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Hígado graso y cerveza: ¿cuál es la relación entre esta enfermedad y el consumo de alcohol?

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Persona que ha bebido cerveza y tiene el hígado graso.

Tiempo de lectura: 8 minutos

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), tan solo en el 2019 se produjeron más de 2.6 millones de muertes relacionadas al consumo de alcohol en todo el mundo. De ellas, 1,6 millones se debieron a enfermedades no transmisibles, dentro de las que se encuentra el hígado graso y algunas complicaciones que se derivan de ella.

En este artículo analizamos cuál es la relación entre el consumo de alcohol y el hígado graso, y te explicamos por qué evitar algunas bebidas como la cerveza te puede ayudar a prevenir esta enfermedad y estar más saludable.

Además, te recomendamos leer nuestro artículo sobre los efectos del alcohol en tu salud a nivel general para ayudarte a controlar su consumo y tener una vida más saludable. 

¿Qué es el hígado graso?

El hígado graso, también conocido como esteatosis hepática, es una condición de salud que se produce por la acumulación de grasa en el hígado. Según WebMD, la mayoría de las veces, esta condición no causa ningún tipo de síntoma, pero con el tiempo, hace que sea más difícil que el hígado trabaje de manera efectiva.

De manera general, se puede decir que un hígado saludable contiene muy poca o ninguna grasa. Sin embargo, cuando la proporción de grasa se encuentra entre el 5% y el 10%, se tiene hígado graso.

Que el hígado no funcione correctamente es un problema, porque este órgano cumple un papel muy importante dentro del organismo, incluyendo la desintoxicación de sustancias nocivas en la sangre, la producción de bilis para la digestión, el almacenamiento de vitaminas y minerales, y la regulación del metabolismo de carbohidratos, proteínas y grasas.

Las causas por las que se produce el hígado graso varían, y en función de ellas podemos hablar de dos tipos de hígado graso, uno que se produce por el consumo de alcohol, y otro que está vinculado al modelo de alimentación que se tiene.

Para evitar esta segunda causa, puede que te resulte de interés leer nuestro artículo sobre cómo comer saludable de manera sencilla, donde aportamos consejos de profesionales expertos en salud y nutrición.

Enfermedad del hígado graso no alcohólico

Según el artículo de WebMD que acabamientos de citar, este es uno de los tipos de hígado graso más comunes dentro de los Estados Unidos, afectando a uno de cada tres adultos. Aunque se han realizado un gran número de investigaciones para determinar sus causas, aún no está del todo claro qué es lo que lo produce.

Lo que sí se sabe, es que esta condición está relacionada a otras enfermedades como la diabetes y la obesidad, por lo que el estilo de vida y los alimentos que se consumen son un factor que influye en su aparición. De ahí viene que la alimentación saludable sea un punto tan importante.

Enfermedad del hígado graso por alcohol

A diferencia del anterior, este tipo de hígado graso, conocido también como esteatosis hepática alcohólica o Alcohol-Associated Liver Disease (ALD por su siglas en inglés), se produce por el consumo excesivo y prolongado del alcohol. Es decir, se produce como consecuencia de tomar bebidas alcohólicas, y puede llevar a las personas a desarrollar enfermedades como la hepatitis alcohólica y la cirrosis alcohólica.

Es un tipo de hígado graso menos común, ya que en países como Estados Unidos solo afecta al 5 % de la población. Sin embargo, sus consecuencias pueden ser más graves, especialmente, para quienes siguen bebiendo a pesar de haber recibido un diagnóstico de esta condición. 

Hombre con el hígado graso que ha bebido cerveza.

Factores de riesgo para desarrollar hígado graso

Para hablar de los factores de riesgo para desarrollar hígado graso, tenemos como referencia el artículo de WebMD que citamos antes. En él, se destaca que la causa de la esteatosis hepática alcohólica es el consumo excesivo de alcohol, pero las probabilidades de tener esta condición aumentan si además de ello:

  • Tiene problemas de obesidad.
  • No consume alimentos saludables y está desnutrida.
  • Tiene hepatitis viral crónica.
  • Pertenece al sexo masculino y tiene un orígen étnico africano o hispánico.
  • Tiene una edad avanzada.
  • Tiene niveles altos de triglicéridos o colesterol malo.

La lista de factores de riesgo es muy amplia, y una gran parte de ellos son comunes tanto a la enfermedad del hígado graso no alcohólico como a la enfermedad del hígado graso por alcohol. En ambos casos, el riesgo aumenta cuando no se tiene un estilo de vida saludable, y se consumen bebidas alcohólicas.

Para paliar este hecho, hemos preparado un artículo con los 10 hábitos saludables que todo el mundo debería incorporar en su día a día. 

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¿Cuál es la relación entre el alcohol y la prevención del hígado graso?

Eliminar el consumo de alcohol, incluyendo la cerveza y otras bebidas más, puede ayudar significativamente en la prevención del hígado graso, especialmente, en la esteatosis hepática alcohólica. Además, también se pueden prevenir algunas de las enfermedades que mencionamos antes, como la hepatitis alcohólica y la cirrosis alcohólica.

Las recomendaciones médicas, según el Servicio Nacional de Salud del Reino Unido (NHS por sus siglas en inglés), son limitar el consumo de alcohol a niveles moderados o abstenerse por completo.

Lo ideal, es no consumir más de 14 unidades de alcohol por semana, y distribuir este consumo en al menos tres días no consecutivos, pero existen muchas variaciones individuales dependiendo del sexo o el peso corporal, así como del tipo de alcohol que se consume. Esta es una recomendación que se hace incluso a quienes tienen un largo historial de consumo de alcohol, ya que los beneficios para el hígado y para la salud en general son muy amplios.

Si sientes que tienes dependencia al alcohol, te recomendamos leer nuestro artículo al respecto, donde damos consejos útiles para superar esta adicción. 

¿Por qué es recomendable dejar de consumir alcohol?

El NHS resalta que las consecuencias del consumo de alcohol son muy variadas, especialmente si se tiene esteatosis hepática alcohólica. Durante las últimas décadas, la tasa de mortalidad asociada a esta condición ha aumentado considerablemente, sin contar que el consumo excesivo de alcohol es una de las causas de muerte más comunes en algunos países, junto al tabaquismo y la hipertensión arterial.

Las complicaciones del hígado graso por alcohol son muy graves, y van desde el sangrado intestinal y la acumulación de toxinas en el cerebro hasta cáncer de hígado en algunos casos.

Según Healthline, el consumo de alcohol no solo afecta a quienes tienen esteatosis hepática alcohólica, sino que también tiene un impacto significativo sobre las personas con hígado graso no alcohólico, empeorando los síntomas y provocando más daño sobre el hígado.

Citando un artículo titulado Non-alcoholic Fatty Liver Disease and Alcohol-Related Liver Disease: Two Intertwined Entities, también se resalta que las probabilidades de que la enfermedad progrese son muy altas cuando se consume alcohol.

La abstinencia, o el consumo moderado de alcohol, puede hacer una gran diferencia al momento de abordar la enfermedad, especialmente, porque reduce el daño hepático. 

Hombre en el médico que ha bebido cerveza con el hígado graso.

¿Qué hacer si se tiene hígado graso?

Las personas que han sido diagnosticadas con hígado graso deben hacer cambios significativos en su estilo de vida, de manera que puedan prevenir complicaciones y estar más saludables.

John Hopkins Medicine señala que, en algunos casos, es posible detener el avance de la enfermedad, e incluso revertirla. Sin embargo, para que eso sea posible, es necesario:

  • Tomar medidas para tener un peso saludable.
  • Controlar los niveles de colesterol y triglicéridos en la sangre.
  • Controlar la diabetes.
  • Evitar el alcohol.

Todas estas recomendaciones se hacen a quienes tienen la enfermedad de hígado graso no alcohólico, pero también pueden beneficiar a las personas con hígado graso con alcohol, especialmente, porque de lo que se trata es de tener un estilo de vida saludable.

De esto, tenemos que resaltar lo importante que es la abstinencia o el consumo moderado del alcohol. Como señalamos en puntos anteriores, existe una relación directa entre hígado graso y cerveza o cualquier otra bebida alcohólica.

Dejar de consumir alcohol puede ayudar a hacer que los síntomas sean más leves, y que el tratamiento para el hígado graso resulte más efectivo.

Por último, hay que destacar que es recomendable mantenerse en seguimiento médico, para monitorear la progresión de esta condición y ajustar el plan de tratamiento en caso de que resulte necesario. 

¿Cuándo es recomendable consultar a un especialista?

Medline Plus destaca que tanto la enfermedad de hígado graso como la enfermedad del hígado graso por alcohol son afecciones que se presentan de manera silenciosa, y que los síntomas no son evidentes hasta que la enfermedad está avanzada.

Para hacer el diagnóstico y determinar si una persona tiene esta condición es necesario analizar la historia clínica y realizar varias pruebas, incluyendo análisis de sangre y de imágenes, y en algunas ocasiones, una biopsia. En este sentido, los análisis de sangre periódicos pueden detectar el hígado graso (Esteatosis), sobre todo la enzima GGT.

Lo ideal, si el estilo de vida que se lleva coincide con los factores de riesgo de esta condición, es visitar al médico de forma regular, especialmente cuando se tienen problemas de obesidad o algunas condiciones médicas como la diabetes.

Asimismo, cuando se tiene hígado graso, es importante mantenerse bajo supervisión médica, ya que solo un especialista en salud, a través de diferentes pruebas, puede determinar cuál es la evolución de la enfermedad y hacer recomendaciones personalizadas para tratarla.

WebMD señala que cuando la enfermedad no ha avanzado, la expectativa de vida se mantiene. Sin embargo, si la enfermedad progresa y la persona desarrolla cirrosis hepática, la persona puede vivir entre 10 y 15 años si se realiza el diagnóstico de forma temprana, o entre 3 y 5 años cuando el diagnóstico se hace tarde y se han presentado algunas complicaciones.

La atención médica no solo se debe considerar como una solución cuando se presentan problemas de salud, sino como una forma de prevenir la aparición de enfermedades. En este sentido, es recomendable acudir a un especialista de forma regular, y hacerse análisis y controles médicos según sus recomendaciones.

Si este artículo te ha resultado de interés, puedes consultar nuestro post sobre la intolerancia al alcohol en relación a la información que te hemos aportado.